Asimismo, Saura abogará por la insistencia en la información, a través del conocimiento de sus consecuencias y peligros, y por la sensibilización de las poblaciones afectadas.

La mutilación genital femenina afecta a entre 80 y 114 millones de mujres y niñas en todo el mundo. Genera graves problemas psicológicos además de los físicos, como pérdida de sangre, dolor permanente, daños en tejidos cercanos y complicaciones en el tiempo que, incluso, pueden derivar en muerte.

Respecto a la situación en España, Saura advierte de que las cada vez más frecuentes corrientes migratorias hacia el Estado español están acercando esta práctica. "Cientos de niñas nacidas en España han sido sometidas a ablación aprovechando viajes de sus padres a los países deorigen (Senegal, Malí, Gambia y Mauritania), otras han sido sometidas a la clitoridectomía dentro del propio Estado español", asegura.

Frente a esta realidad Saura considera que los grupos minoritarios que actualmente practican la ablación deben ser conscientes de los peligros que ello entraña, al margen de que están vulnerando derechos fundamentales consagrados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. "La cultura no puede ser nunca una excusa para violar derechos básicos de las personas, n este caso de las niñas y las mujeres", recalca.

La legislación española castiga con penas de 6 a 12 años la mutilación de cualquier miembro, por lo que, en opinión de Saura, la respuesta punitiva ya existe y la solución pasa por avanzar en formación, en información sobre salud sexual y reproductiva y en educación en valores. "Este es el aspecto en que hay que ahondar: la información como base de la prevención", concluye.