Así lo manifestó en la presentación de los resultados provisionales de 1992 que suponen una reducción de los ingresos de un 8,8 por ciento respecto al año pasado, al pasar de 268.825 millones de pesetas a 237.369 millones y de un 17 por ciento en los beneficios que se redujeron de 18.450 milones en 1991 a 3.141 millones el año pasado.

Moya aseguró que son unos resultados "razonables" dentro del sector, ya que el resto de la industria tendrá educciones similares, entre el 8 y el 10 por ciento, según sus estimaciones, y culpó de ello a la crisis económica y a la guerra de precios entre las compañías.

Esta guerra supuso bajada de precios en el pasado verano de hasta el 50 por cien, según el presidente de IBM-España, quien afirmó que su compañía está reestructurando su actividad en la que tomará mucha más importancia en la facturación los servicios a los clientes.

En 1992 la venta de "hardware" pasó a ser el 55 por ciento de sus ingreso y facturó unos 17.500 millones de pesetas en servicios -sin incluir el "software" en paquetes.

Joaquín Moya justificó así que en 1992 se hayan empleado 5.845 millones de pesetas en reestructuración de la compañía -que se han restado al beneficio operativo 10.561 millones de pesetas-, aspecto en el que se encuadran los 345 bajas en personal y más de 2.000 reconversiones en los puestos de trabajo, línea en la que se seguirá trabajando en 1993.

Según el presidente de IBM-España, durante este año secontinuará el decreciemiento, por la caida de los precios -los márgenes de negocio han pasado del 10 por ciento en 1991 al 2 por ciento en 1992-, pero se mostró contrario a una autorregulación del sector y apostó por la desaparición a medio plazo de parte de la industria informática.

Moya aclaró que el balance presentado hoy no será definitivo hasta la aprobación por el Consejo de Administración de la compañía, y que puede verse afectado por la reserva de 6.000 millones de dólares establecida por la mtriz IBM Corporation para los gastos de reestructuración de personal en sus fábricas filiales -la filial española está en Valencia-.