En la contestación, el Ejecutivo explica que sólo la incidencia de la Guerra del Golfo Pérsico supuso para la compañía unos 30.000 millones de pérdidas en los primeros meses del año, a los que hay que sumarunas pérdidas anuales similares a las de 1990, que se situaron en algo más de 26.000 millones de pesetas.

En cuanto a la situación financiera de Iberia, el Gobierno reconoce que han empeorado los niveles de productividad de la compañía en relación con sus principales competidores europeos, tomando como referencia los índices estadísticos de la Asociación Europea de Aerolíneas del primer semestre de 1991.

Según el Ejecutivo, este empeoramiento de la productividad de Iberia se debe fundamentalmenteal "exceso de personal indirecto en relación con el total de la compañía, punto este que resulta esencial en la planificación estratégica de la empresa".

La respuesta del Gobierno se refiere también al plan de renovación de la flota de aviones de Iberia, acordado a finales de 1987.

A este respecto, el Ejecutivo señala que ya se ha puesto en práctica la primera fase del plan con la incorporación de 24 aviones MD-87 de McDonnell Douglas y 22 Airbus A-320. De estos últimos, 14 ya se han recibido y ls 8 restantes se recibirán en 1992.

Sobre la segunda fase del plan, que contempla la incorporación de 8 Airbus A-321, 16 Boeing B-757 y 8 Airbus A-340, el Gobierno informa que "se ha negociado recientemente con los suministradores un nuevo plan de entregas que supone reducir el número de aviones a recibir el primer año, manteniendo el total comprometido".

Según la respuesta del Gobierno, esto "evitará incurrir en costes irrecuperables por la falta de ocupación".