El ajuste supondrá la supresión de las líneas Barcelona-Niza, Barcelona-Lyon, Madrid-Oporto y Madrid-Barcelona-Luxemburgo, así como el traspaso a su filial Viva Air, a partir de las misma fecha, del servicio que prestaba hasta ahora entre Santiago de Compostela y Londres.

Además, la compañía pública española ha reajustado las frecuencias y el tamaño de los aviones que oeran en el resto de las rutas europeas, con la misma finalidad de ahorrar costes de operación en la compañía española, y ha decidido suprimir las pernoctas en las líneas de Madrid a Copenhague, Estocolmo, Amsterdam y Frankfurt, y de Barcelona a Bruselas y Londres.

Todos estos ajustes, según la propia Iberia, suponen un recorte de servicios del 13 por cien respecto a los ofrecidos en la pasada campaña de verano, aunque si se compara con el conjunto de los últimos doce meses, el recorte será del 10 por ien.

Varias compañías han mostrado ya a Iberia su interés por acoger en sus servicios los que ahora deja libre la empresa de bandera española, como esel caso de Luxair o regional Airlines, "cuyos costes de operación y presencia en la zona", según la empresa estatal, "hacen viable sustituir los vuelos que hasta efectuaba Iberia con tan escasa rentabilidad".

Asimismo, la empresa perteneciente al Instituto Nacional de Industria (INI), ha insistido en que los servicios abnadonados por sus aviones no uedarán desasistidos, como es el caso de la ruta Madrid-Oporto, en la que la empresa Portugalia opera diariamente.