IBERIA. SAEZ DICE QUE NO SE TOCARA EL PLAN Y EL SEPLA SE PREPARA PARA OTRA HUELGA CON 259 VUELOS SUSPENDIDOS
-Los pilotos piden una mediación y acusan a la dirección de no querer negociar
-Sáez dice que sólo negociará con los medios de comuncación como testigos
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El presidente de Iberia, Juan Sáez, aseguró hoy que no es posible una negociación con el sindicato de pilotos, Sepla, en la que se modifique el Plan de Viabilidad de la empresa, porque alterarlo en sólo dos pesetas situaría a la compañía aérea próxima a la quiebra.
Por su parte, fuentes del Sepla indicaron a Servimedia que en el centro de la polémica está el deseo de la Dirección de Iberia de no negociar nada, por lo que han decidido mantener el anncio de dos huelgas más, los días 28 y 29 de noviembre, en tanto no exista un acuierdo sobre la figura de un mediador.
En tanto se logra ese acuerdo, la empresa ha preparado unos servicios mínimos que permitirán operar 169 vuelos, de los 428 que estaban previstos, lo que supone la cancelación de 259 vuelos.
Sáez declaró a RNE-1, que no hay un problema de interlocución con el sindicato de pilotos, sino de los conbtenidos a tratar, y adelantó que para buscar una mediación, las partes han de ponersede acurerdo en los temas que pueden tratarse a través de los árbitors en el conflicto.
No obstante, precisó, "si se quiere negociar alrededor del acuerdo firmado en diciembre -de 1994-, no podemos negociar nada", y agregó que los acuerdos no son negociables. "Si se parte de este principio", recalcó, "nosotros estamos dispuestos a negociar cualquier cosa; si no, no hay nada que negociar".
El presidente de Iberia justificó esta posición en que el acuerdo con los pilotos tiene aspectos cruzados con l del resto de los trabajadores de la compañía, y entre ambos se ha creado la base del plan de viabilidad que se ha planteado en Bruselas, por lo que cambiar las condiciones del Sepla obligaría a renegociar todo y retirar el plan presentado ante la Comisión Europea.
Para Sáez, el objetivo de la empresa es evitar la renegociación con todos los trabajadores de Iberia y la vuelta a los convenios en vigor en 1994, obligando a la compañía a pagar 30.000 millones, frente a unos fondos propios de la mitad y llo implicaría directamente "la quiebra de la compañía".
En cualquier caso, los responsables de Iberia y de Teneo, su propietario, aceptarían cualquier intento de medicación que quieran proponer los pìlotos, pero aseguran que "no habrá reunión sin los medios de comunicación como testigos de lo que se discute".
(SERVIMEDIA)
27 Nov 1995
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