Esta resolución no condena a Iberia por un supuesto pacto con otras compañías para subir tarifas conjuntamente, sino por el acuerdo interlínea firmado con esas compañías, siendo esta práctica habitual en el negocio del transporte aéreo, explica Iberia.

En concreto el Tribunal sentencia que "no está prbado que las compañías aéreas imputadas se pusieran de acuerdo en la subida de tarifas", además de manifestar que "existen explicaciones comerciales más que razonables en los movimientos realizados por las compañías aéreas en abril de 1997".

Asimismo, el Tribunal reconoce que el objetivo de la firma de acuerdos "interline" entre las compañías aéreas no era restringir la competencia, aunque a pesar de ello los efectos de estos acuerdos si podrían potencialmente influir en la misma.

Por este últimomotivo, el Tribunal sanciona a las compañías aéreas, aunque reitera que no ha estado en el ánimo de las partes violar la competencia.