La denuncia, presentada a principios de junio por ocho compañías europeas, alude a un supuesto monopolio, precios abusivos y calidad deficiente en los servicios que Iberia presta como compañía concesionaria del "handling" (asistencia a pasajeros, aviones y manejo de equipajes) en los aeropuertos españoles.

Según beria, de las ocho líneas europeas que presentaron la denuncia contra la compañía española, todas menos British Airways, SAS y KLM la retiraron, si bien la mantienen contra las autoridades aeroportuarias españolas.

Sobre la acusación de posición dominante de Iberia en el mercado español para los servicios de "handling", la compañía española explica que es concesionaria de estos servicios a través de concurso público, y que en 1997 la situación del "handling" estará totalmente liberalizada.

Iberiarecuerda que es posible para las aerolíneas llevar a cabo sus propiass operaciones de "handling" de pasajeros, y, de manera más limitada, las de rampa y cargo, y señala que, de hecho, seis de las líneas denunciantes desarrollan esos servicios a pasajeros en Madrid y Barcelona, mientras otras jamás lo han solicitado.

En la respuesta a la denuncia que Iberia ha dado a Bruselas, la compañía española argumenta que la situación en España no es distinta de la existente en la CE, aunque admite que las tarifa son favorables a las compañías españolas, pero que estos descuentos responden a la política que aplican las autoridades aeroportuarias españolas, de la que no es responsable Iberia.

Sobre que Iberia aplique unas tarifas superiores a las existentes en otros aeropuertos extranjeros, la compañía española explica que debe prestar servicio en 37 aeropuertos y mantener niveles de empleo permanentemente, pese a que la demanda varía mucho en función del turismo, ya que el convenio de Iberia no permite la fleibilidad laboral de otros países.

En lo referente a la mala calidad de los servicios de "handling" que presta la empresa española, Iberia destaca que la mayoría de los incidentes denunciados ocurrieron en 1991, un año en el que las operaciones de la compañía fueron perturbadas por aspectos como la Guerra del Golfo y disputas laborales, entre otros.

Los responsables de la empresa española dejan claro en la respuesta a Bruselas que, "aún en el supuesto de que fuera considerada como dominante... Ibeia no ha actuado de forma abusiva y los alegatos contenidos en la denuncia son infundados".