Iberia suspendió ayer otros 35 vuelos como consecuencia, según la compañía, de la supuesta huelga de celo, que ha provocado la cancelación de más de un centenar de vuelos desde el pasado viernes.

Según explicó a Servimedia un portavoz de la aerolínea, Iberia tiene la certeza de que las cancelaciones son consecuencia de la actitud de los pilotos, pero todavía no ha conseguido reunir las pruebas suficientes para poder abrir expedientes sancionadores y continúa investigando caso por caso.

El pasado viernes, la compañía remitió al sindicato de pilotos una carta en la que requería el cese de estas alteraciones y la vuelta a la normalidad y advertía de que se adoptarán las medidas disciplinarias pertinentes contra "los incumplimientos individuales que puedan ser acreditados".

Anunciaba también que la compañía exigirá a la Sección Sindical del Sepla y a sus componentes "la reparación de los perjuicios económicos ilícitamente ocasionados a la empresa".

Además, asegura que denunciará ante las autoridades de Aviación Civil las alteraciones producidas por los pilotos para que puedan ser sancionadas en virtud del reglamento de seguridad aérea.

Por su parte, el Sepla, que amenaza también con acciones legales contra Iberia, niega que se esté produciendo una huelga de celo y atribuye los retrasos y cancelaciones a la falta de personal. Según el sindicato, Iberia, que cuenta con unos 1.700 pilotos, debería contratar a 300 más.