Las cinco horas de reuniones entre las dos partes, en presencia del Ministerio de Fomento, que tuvieron lugar ayer, no fueron suficientes para evitar el conflicto.

Tras la última reunión, el director general de Iberia, Enrique Donaire, afirmó a los periodistas que "seguiremos las reuniones y a ver si es posible llegar a un acuerdo antes que empiece la huelga". El jefe de la sección sindical de Sepla en Iberia, Bernardo Obrador, auguró que los contactos serán "largos".

Tal y como ocurrió en las citas de ayer, el mediador por parte del Ministerio de Fomento será el secretario general de Transportes, Fernando Palao.

La huelga convocada por los pilotos de Iberia ha provocado ya la cancelación de más de 1.500 vuelos, que afectan a unos 200.000 pasajeros.

Los pilotos reclaman un aval jurídico por el que se les garantice la permanencia en su puesto de trabajo hasta los 65 años.

Temen que haya bajas entre los pilotos de Iberia cuando Catair, la aerolínea de bajo coste participada por la compañía de Fernando Conte, empiece a operar después del verano y sustituya alguno de los vuelos que hoy opera la antigua aerolínea pública.

Iberia defiende su derecho a la libertad de empresa y a gestionar la compañía, razón por la que ha reclamado a los tribunales que declaren ilegal la huelga convocada por los pilotos.