Irala dijo ante la Comisión de Industria de la Cámara Alta que "la conocida situación del tráfico aéreo en Europa, España y sobre todo Barajas, así como los conflictos laborales con los pilotos, ha obigado a reformular los objetivos de la compañía".

El presidente de Iberia dijo también a los senadores que "las previsibles dificultades de alcanzar el crecimiento previsto no sólo impedirán conseguir las cuotas de mercado objetivo, con la consiguiente merma en la presencia competitiva de la compañía en los principales mercados, sino que además supondrán unos recortes importantes en la cuenta de resultados".

Según explicó, "las mejores estimaciones realizadas hace menos de un mes sitúan el resultdo neto antes de impuestos en poco más de 43.100 millones de pesetas".

Estas cifras, agregó Irala, pueden empeorar si se mantiene en las próximas semanas una regresión en el tráfico de pasajeros de la compañía, como consecuencia de los conflictos laborales y de la insuficiencia de los aeropuertos para atender el crecimiento previsto.

DAR LA VUELTA

El presidnete de Iberia destacó el esfuerzo de todas las partes implicadas en resolver los problemas que existen, y agregó que "es imprescindible darla vuelta a la situación, a riesgo de vernos abocados a tomar decisiones empresariales más drásticas".

De momento, Irala reiteró las decisiones que ya se han tomado, como la reducción de 30 vuelos diarios en el próximo mes de junio, y la aplicación paulatina en meses posteriores de recortes similares o mayores en el caso de ser necesarios.

También explicó que la reducción de vuelos deberá afectar sobre todo a trayectos internacionales, para perjudicar lo menos posible al turismo español, toda vezque los visitantes extranjeros que vienen a España en verano lo hacen con vuelos charter.