Concretamente, durante ese año Iberia transportó a 26,9 millones de pasajeros, un 3,4% menos que los 27,8 millones transportados durante 2006.

El mayor descenso en el número de viajeros se produjo en las rutas domésticas, en las que descendió un 6,5%, hasta los 13,7 millones; aunque también cayó el número de pasajeros en el medio radio, en concreto un 3,3% hasta los 8,9 millones.

Por su parte, en el largo radio el número de viajeros se incrementó un 8,1%, llegando hasta los 4,1 millones. Dichos cambios reflejan la estrategia de la compañía consistente en apostar por los vuelos a América mientras abandona progresivamente el resto de rutas, en las que afronta la competencia de las aerolíneas de bajo coste.

Tras estos resultados, en la información remitida mensualmente por la aerolínea a la CNMV, la compañía presidida por Fernando Conte sigue informando en enero de 2008 sobre otros aspectos como la ocupación de sus vuelos o los índices de PKT (Pasajeros por Kilómetro Transportado) o ACO (Asientos por Kilómetro Ofrecido) pero no revela el número exacto de pasajeros, práctica común de la mayoría de aerolíneas en todo el mundo.

Este cambio en la información que la compañía decide hacer pública coincide también con la llegada del AVE a Barcelona, que supondrá una importante competencia añadida para Iberia.

Según datos de la propia compañía, en 2007, 2,7 millones de pasajeros volaron con Iberia entre ambas ciudades, cifra que supone aproximadamente el 10% de su actividad.

Preguntado por este cambio, un portavoz de la compañía explicó a Servimedia que dicha modificación responde a intentar ofrecer una visión más certera de la realidad de la compañía, porque es más relevante saber qué distancia recorren los pasajeros en relación con la oferta de asientos, que su simple cuantificación.