La dirección de Iberia pretende que la junta general apruebe esa ampliación de capital, a la espera del incremento de capital que finalmente auorice la Comisión Europea como parte del plan de saneamiento de la compañía aérea española.

La dirección de Iberira justifica su decisión señalando que "la situación de la empresa exige aprobar la ampliación de capital antes del 31 de diciembre, con el fin de evitar las consecuencias jurídicas que tendría cerrar el ejercicio de 1995 con el actual desequilibrio financiero".

Asimismo, señala que "el desarrollo del Plan de Viabilidad, acordado con todos los sindicatos de la empresa en noviembre y diiembre de 1994 no es posible sin la aportación de los recursos económicos previstos, a través de la reestructuración financiera precisa".

La nota afirma que "Iberia no puede continuar con el deterioro de su actual situación financiera ni seguir soportando tensiones laborales, justificadas en parte por la lógica inquietud de los más de 23.693 trabajadores que integran la plantilla".

Finalmente, el comunicado indica que es intención de Iberia que el Plan de Viabilidad aprobado por todos los sindicaos reciba la conformidad y el apoyo de la Unión Europea. Agrega que sólo el desarrollo integral de este plan "permitirá a la compañía mantener su dimensión actual, con posibilidades de futuro y conservar su posición en un mercado internacional cada vez más competitivo".