Según fuentes de la compañía, existen ejemplos "altamente ilustrativos" del "gran atractivo" que tienen las empresas españolas para el capital extranjero. Oriol afirmó que debe exigirse "la mayor reciprocidad posible" en la apertura de los mercados eléctricos europeos.

En este sentido, recordó que en la actualidad se dan casos "en los que operadores extranjeros tienen posibilidades de acceso al mercado español y, en cambio, las empresas eléctricas españolas no pueden actuar con igual libertd en determinados mercados europeos".

Asimismo, el presidente de Iberdrola exigió al Gobierno la armonización de los procesos de liberalización del sector eléctrico y gasístico, de forma que se impida que las empresas que monopolizan el mercado del gas participen en el sector eléctrico mientras no se hallen en condiciones de igualdad.

Dado que en los próximos años el gas será la principal materia prima para la producción eléctrica, agregó que hay que evitar que un competidor "disponga en la práctca del monopolio del aprovisionamiento del gas, de información reservada y relevante de sus competidores y de la posibilidad de influir en los precios finales".

Según sus cálculos, las medidas de aceleración de la liberalización del sector eléctrico supondrán una pérdida de ingresos de medio billón de pesetas en los próximos cuatro años, por lo que demandó que el proceso se lleve a cabo con transparencia y equidad y que se disipen las incertidumbres.

OPCIONES SOBRE ACCIONES

Por otra parte, la jnta de accionistas de Iberdrola aprobó un plan de acciones sobre opciones "cuidadosamente estudiado", según estas fuentes. El programa se limitará en principio a un número reducido de personas.

Las exigencias para su aplicación son "bastante rigurosas", en palabras de la compañía, puesto que antes se tendrá que constatar un crecimiento mínimo del 9% en el valor de la acción en el plazo de 3 años, descontada la inflación.

Los resultados de las opciones sobre acciones tampoco podrán superar en tresveces el salario de la persona beneficiada y, por último, los títulos deberán ser mantenidos durante el plazo de dos años.

En la junta también se dio cuenta de los resultados de 1999, cuando los beneficios netos ascendieron a 121.531 millones de pesetas, con un aumento del 9,8% en relación con el ejercicio anterior. De esta forma, la rentabilidad sobre fondos propios se situó en el 10,3%, frente al 9,3% de 1998.

Además se aprobó el plan estratégico para los próximos tres años, que prevé un incremnto mínimo de los beneficios de entre el 12% y el 15% y un aumento del 15% en el flujo de caja. Finalmente, se autorizaron unos dividendos de 82 pesetas por acción, lo que supone una subida del 5,1%.