Los altos responsables de Iberdrola consideran que, al margen de cuál sea el uso definitivo de Lemóniz, "se generará luz con gas porque su ubicación es perfecta, próxima al almacenamiento submarino de Gaviota y a la red nacional de distribución".

"Sin embargo", precisaron, "al maren del interés por el consenso social que quiere la compañía en torno al proyecto, no hay que olvidar que se trata de una inversión empresarial, y bajo ningún concepto se explicaría la entrada en funcionamiento de Lemóniz como una central de gas antes del año 2000".

La compañía eléctrica justifica estas reservas en el limitado crecimiento de la demanda eléctrica y en la propia inicitiva de la Secretaría General de la Energía de revisar el Plan Energético Nacional (PEN), ya que sus responsables estimanque no será necesaria la entrada en funcionamiento de nuevas instalaciones hasta finales de siglo.

Este es uno de los motivos que aconsejan, según las fuentes de Iberdrola, reconvertir la central a gas pero en pequeños grupos generadores, ya que el coste sería prácticamente el mismo y sería posible lograr una mejor amortización de las inversiones en función de la evolución de la demanda eléctrica.

Los estudios realizados por la eléctrica que preside Iñigo Oriol estiman que el coste medio de la reonversión sería similar al que tiene cualquier otra instalación, en torno a las 100.000 pesetas por cada kilowatio instalado, con lo que una instalación de tipo medio, con unos 1.000 megawatios de capacidad, vendría a costar a Iberdrola unos 100.000 millones de pesetas.

El complejo nuclear de Lemóniz (I y II), objeto de presiones de ETA durante los gobiernos de la UCD, forma parte de los tres grupos a los que afectó la decisión del Gobierno del PSOE de decretar la moratoria nuclear al poco de llegar a poder, en 1993, junto a Valdecaballeros I y II y Trillo II.

Aquella decisión dejó paralizadas unas inversiones de 730.000 millones de pesetas, que el Ministerio de Industria acaba de reconocer a través de una disposición adicional en la recién aprobada Ley de Ordenación del Sistema Eléctrico Nacional (LOSEN), y que serán devueltas a las compañías afectadas a través de un recargo en la tarifa eléctrica en los próximos 25 años.