Las iniciativas de la empresa en este terreno se han orientado hacia el fomento de la eficiencia energética, la calidad de suministro y el desarrollo sostenible, según informó hoy la compañía.

En concreto la empresa ha puesto en marcha trabajos relacionados con las energías renovables, la captura de las emisiones de CO2 y la optimización de las infraestructuras de distribución de electricidad.

Esta apuesta por la innovación le ha valido a Iberdrola diversos galardones en 2008, entre éstos el Premio Edison, por su Sistema de Gestión de la I+D+i y el Premio Regional a la Innovación de la Fundación para la Excelencia Empresarial de Castilla y León, por una iniciativa para analizar el uso de la biomasa como combustible.

Los esfuerzos en el área de generación se han dirigido a mejorar las condiciones operativas de las centrales eléctricas y reducir su posible impacto medioambiental. También ha puesto en marcha programas para la captura y almacenamiento de CO2.

Por otro lado, en el área de la distribución, la empresa ha realizado en 2008 trabajos encaminados a mejorar la calidad del servicio y asegurar el suministro. En este marco, ha liderado el proyecto europeo "Open Meter", para desarrollar una tecnología estándar para la telegestión de contadores.

Además, la compañía ha firmado el pasado año un acuerdo con General Motors para estudiar la viabilidad de la implantación de los vehículos eléctricos. En concreto, Iberdrola se ocupa de analizar las necesidades de infraestructuras de recarga para el uso de este tipo de coches.

En el ámbito de las renovables, el grupo ha continuado impulsando proyectos de I+D+i encaminados a fomentar este tipo de fuentes de energía. Destacan dos iniciativas relacionadas con la energía marina: la de Santoña (Cantabria) y la denominada Oceantec, desarrollada a través de la sociedad de inversiones Perseo en el País Vasco.

Otros ejemplos del interés de Iberdrola por la I+D+i son los trabajos puestos en marcha en el área inmobiliaria, como Solied, para analizar la viabilidad económica de la construcción energéticamente eficiente, o la actividad en el ámbito comercial, centrada en optimizar los procesos de atención al cliente y en nuevos métodos que potencien la captación de clientes y el incremento de la fidelidad.