Según informó hoy la compañía, dedicará alrededor de 400 millones de euros a mejorar la red de subestaciones; cifra que contempla la construcción de un total de 45 nuevas instalaciones que incorporarán más de 2.700 megavoltio amperios (MVA) de potencia adicional.

Parte de esta partida irá a parar también a la renovación y ampliación de aproximadamente otras 150 subestaciones de las que ya dispone en España. Estas infraestructuras son básicas para poder asumir el constante incremento de la demanda eléctrica que se está produciendo en sus zonas de distribución en España, que en 2007 alcanzó el 3%.

Asimismo, Iberdrola tiene previsto destinar unos 225 millones de euros a construir y remodelar líneas eléctricas de muy alta, alta, media y baja tensión y 105 millones de euros más a seguir aumentando su red española de centros de transformación.

Gracias a este importante esfuerzo inversor, la empresa prevé poner en servicio un total de 3.700 kilómetros de líneas eléctricas y 3.000 centros de transformación nuevos para atender el crecimiento de su mercado eléctrico.

De estos nuevos kilómetros de redes, 270 serán de muy alta tensión, cerca de 170 de alta tensión, unos 1.900 de media tensión y 1.400 de baja tensión.

Estas instalaciones ampliarán la infraestructura de distribución de energía que ya posee en España al cierre de 2007, que comprende 869 subestaciones, con una potencia de 57.000 MVA, cerca de 82.000 centros de transformación, 18.500 kilómetros de líneas de muy alta y alta tensión y 208.000 kilómetros de líneas de media y baja tensión.