La estrategia de la empresa forma parte de su plan de diversificación y contempla una escala de nuevos productos divididos en tres grupos: los relacionados con la actividad eléctrica, los vinculados a la energía y otros, en los que se incluirían servicios simples como la transmisión de datos.

Las fuentes consultadas señalaron que Iberdrola optimizará al máximo ss activos en el plan de diversificación de negocios, y para ello piensa desarrollar aplicaciones informáticas que permitan la interconexión de los clientes en su red privada, para ofrecerle toda clase de servicios de telecomunicaciones.

Entre las posibilidades que ofrecen las telecomunicaciones en el negocio eléctrico y energético figura dar al cliente información sobre la energía que demanda y su coste, con el fin de organizar la demanda y ajustar sus gastos, mejorando la gestión de su actividad indutrial.

Las fuentes consultadas por Servimedia señalaron que aún faltan unos meses para terminar de perfilar el proyecto, y que no se ha pensado en realizar fuertes inversiones en nueva infraestructura de cable, sino en aprovechar la ya existente en las zonas en las que Iberdrola opera y ofrecer los servicios a los que ya tiene en cartera.

Actualmente, Iberdrola cuenta con una cartera de 8,2 millones de clientes, entre domésticos e industriales, de los que unos 120 son grandes grupos industriales omo Ford, AHV, Marcial Ucín, Repsol, Mahou, Cementos Portland, entre otros, que en conjunto registran una demanda anual de 9.315 millones de kilowatios hora.