La compañía, cuyos clientes se encuentran a día de hoy mayoritariamente en el mercado regulado, en concreto más del 90%, dada la coyuntura regulatoria, cuenta con un 39% de los mismos en la zona este (Comunidad Valenciana y Murcia); otro 19% en Madrid; un 17% en la zona norte (País Vasco, Navarra y La Rioja); un 15% en Castilla y León, y otro 10% en Castilla-La Mancha y Extremadura.

Desde la puesta en marcha de su Plan Estratégico, Iberdrola se ha planteado como uno de sus principales desafíos la mejora continua del servicio que presta a sus clientes y de la calidad del suministro.

Iberdrola, que ayer celebró en Bilbao reunión del Comité de Dirección y hoy ha reunido en la capital vizcaína, coincidiendo con la Semana Grande de la ciudad, al Consejo de Administración, resalta que en 2005 alcanzó el mejor nivel de su historia en calidad de servicio.

La Compañía registró un Tiempo de Interrupción Equivalente a la Potencia Instalada (TIEPI) en España de 1,68 horas el año pasado, un 32% mejor que las 2,47 horas del resto del sector eléctrico.

Este récord supone una mejora de casi 50 minutos desde el inicio del citado Plan Estratégico y es fruto tanto de las inversiones realizadas en el área de distribución, que han ascendido a 2.300 millones de euros, como del esfuerzo y dedicación de los profesionales que desempeñan su labor en esta parcela, agrega Iberdrola.

La empresa, que distribuye electricidad en 4.000 municipios españoles que ocupan un área superior a 270.000 kilómetros cuadrados, consiguió este registro superando sin incidentes significativos las puntas de demanda registradas y pese a un crecimiento de la misma del 4,4% en el ejercicio, hasta 96.295 GWh.

Iberdrola cuenta en España con 219.000 kilómetros de líneas, 847 subestaciones y 75.000 centros de transformación.

La consecución del cliente número 10 millones se une a otros hitos del Plan Estratégico ya superados por Iberdrola con, al menos, un año de antelación sobre el calendario previsto.

En este sentido, destaca, por ejemplo, el haber alcanzado los 4.800 megavatios (MW) de potencia gestionada en ciclos combinados de gas en España o los 4.000 MW en energías renovables, sobre todo mediante parques eólicos.