Arroyo rechazó que los motivos de la protesta sean "tres chorradas", como dijo el director general de Iberia, Angel Mullor, y afirmó que si es así,con mayor motivo no deberían haber dejado que el conflicto llegara a la actual situación de tensión.

"Ellos son los que incumplen lo pactado y no lo quieren decir", dijo el presidente del Sepla, "ya que la política del director general de la compañía, Angel Mullor, ex sindicalista y ex miembro del PCE, es la de firmar cosas con los trabajadores para luego imcumplirlas".

Para el representante de los pilotos de Iberia, en el fondo de la protesta están "los continuos incumplimientos de la compañía e los compromisos que ha adquirido, y si es verdad que se trata de letra pequeña, ésta, a veces, es muy importante".

Como ejemplo citó la falta de acuerdo para regular el régimen de trabajo y descanso del colectivo, o el compromiso de que antes de final del año pasado entraran en Iberia 80 nuevos pilotos para atender el incremento de operaciones.

"Al final", dijo Arroyo, "sólo se incorporaron unos 50, lo que equivale a una pérdida de unas 8.000 horas de vuelo y de unos 10.000 millones de pesetas e ingresos".