El SE se opone a la pretensión del Ejecutivo de separar a los alumnos de ESO en "itinerarios" formativos, en función de si quieren estudiar Bachillerato, FP o ir a los programas de Garantía Social. Considera que es una medida segregadora con la que se renuncia a combatir el fracaso escolar.

También rechaza la implantación de un examen de reválida para obtener el título de Bachillerato, ya que "retrotrae a la ecuela a la educación franquista" y sólo busca endurecer el acceso a los estudios superiores.

Además, el sindicato sospecha que la "Ley de calidad" potenciará el poder de los directores de centros en detrimento de los consejos escolares y facilitará los conciertos con los centros privados en las etapas no obligatorias de la educación.

La jornada de paros, que afectará a estudiantes de segundo ciclo de ESO (15 y 16 años), Bachillerato y Formación Profesional, irá acompañada de unas cincuenta manifetaciones y concentraciones en las principales ciudades.

La idoneidad de la convocatoria de huelga ha sido rechazada por las otras dos grandes organizaciones estudiantiles, CES y CANAE, que consideran más aconsejable esperar a que el Ejecutivo presente su proyecto de ley definitivo.

Gonzalo Ortiz, presidente de CES, dijo a esta agencia que el Sindicato de Estudiantes sólo basa su iniciativa en informaciones de prensa, desoyendo el proceso de diálogo abierto por el ministerio con la comunidad escolr.

Para José Antonio García, presidente de CANAE, es más apropiado aguardar a que el ministerio cumpla su anuncio de presentar en breve el proyecto de ley para pronunciarse y tomar medidas al respecto.

El Sindicato de Estudiantes ha intentado sin éxito que la convocatoria de huelga fuera promovida también por las organizaciones de sindicatos y padres de alumnos integrantes de la Plataforma de Defensa por la Escuela Pública. Estos colectivos apoyan las razones últimas de la huelga, pero también ve preferible esperar a conocer el texto oficial.