El Museo del Prado, el Centro de Arte Reina Sofía y La Fundación Thyssen abrieron sus puertas dentro de los horarios y condiciones habituales sin que los responsables de los distintos recintos hubiesen computado el índice de seguimiento de la huelga.

En el resto de los centros museísticos dependientes de la Administración central reinó también la normalidad y los visitantes acudieron sin variaciones con respecto a otros días.

El único ejemplo destacable de una pinacoteca que se ha visto afectada por la imposición de servicios mínimos es el Casón del Buen Retiro, que no ha abierto por falta de personal. Según fuentes del Museo del Prad, del que depende el Casón, se ha detectado una ausencia de empleados próxima al 22 por ciento de la plantilla.

Las citadas fuentes señalaron a esta agencia que el desabastecimiento de trabajadores no se ha debido únicamente al seguimiento de la movilización, sino que han influido otros factores, como bajas por enfermedad y libranzas ordinarias.