Esta 'operación acordeón' supondrá un importante sacrificio para los accionistas minoritarios de la compañía, por lo que no se descarta que se puedan producir momentos de tensón durante la junta y protestas contra el actual Consejo de Administración.

Sin embargo, según informaron a Servimedia fuentes de la compañía, el presidente ejecutivo de la constructora, Rafael Fernández, espera sacar adelante esta medida, con el apoyo de los accionistas mayoritarios: Constructora San José, que ostenta el 24,9% de las acciones y un grupo de bancos, que tienen el 18% (además la empresa cuenta con un 8% de autocartera).

Tanto el momento de la reducción de capital como el de la amplación deberá ser decidido por la actual dirección, para lo que se pedirá también el consentimiento a los accionistas.

En el caso de la segunda, la emisión de acciones será de 20.077.128 a un nominal de 500 pesetas, al que podrán acudir los actuales accionistas (que tendrán derechos de suscripción de seis acciones nuevas por cinco viejas) y los bancos con créditos, cuyo importe puede ser capitalizable.

Como no es previsible que se cubra totalmente la emisión, se pedirá autorización a la Junta de Acionistas para una nueva ampliación, en la que seguramente entrará ya el nuevo socio de la constructora, para lo que se mantienen contactos bastantes avanzados con varias empresas.

En el orden del día, también está la aprobación de las cuentas de 1995, así como la propuesta de convenio de acreedores que hay sobre la mesa y que podría facilitar el levantamiento de la suspensión de pagos a principios de noviembre.