HRW publicó ayer un informe de 63 páginas en el que recoge investigaciones sobre el terreno de siete lugares donde hubo ataques en Gaza, pruebas balísticas, registros médicos de las víctimas y entrevistas con varios testigos, que aseguran que 11 civiles palestinos murieron cuando llevaban banderas blancas.

El portavoz del primer ministro israelí, Mark Regev, afirmó tras conocer el informe que éste está basado en testimonios "no fiables" de testigos.

El director de HRW, Iain Levine, señaló que, "en lugar de abordar en serio las conclusiones de los grupos de derechos humanos en Gaza, el Gobierno israelí está librando una guerra de propaganda contra ellos".

"Si el Gobierno israelí quiere silenciar a los críticos, debería investigar las denuncias de irregularidades y tomar medidas para poner fin a los abusos", agregó.

HRW afirmó que ha tratado de dialogar con las Fuerzas de Defensa de Israel para examinar sus investigaciones sobre abusos a la población civil palestina y se ha reunido con sus principales responsables en innumerables ocasiones en la década pasada. Sin embargo, subrayó que sus mandos se niegan a reunirse con esta organización humanitaria desde el año pasado.