Calvo Sotelo, miembro de la Real Academia Española desde 1955, es autor deuna amplia producción teatral, más de 50 obras entre las que se encuentran "La muralla", "El inocente", y "El proceso del arzobispo de Cararranza".

Joaquín Calvo Sotelo nació en La Coruña el 5 de febrero de 1905. A los ocho años se trasladó con su familia a Madrid. Estudió la carrera de Derecho en la capital e ingresó en 1927 en el Cuerpo de Abogados del Estado con el número uno de su promoción.

Desde muy joven se inició en la literatura. En 1930 estrenó en Barcelona su primera obra de teatro, llmada "Una comedia en tres actos". Su pluma se paseó por las publicaciones más importantes como "El Debate", "Buen Humor", "ABC" y "Blanco y Negro".

Joaquín Calvo Sotelo trabajó en la secretario de su hermano José Calvo Sotelo, director general de Administración Local, hasta el asesinato de éste a manos de unos guardias de asalto.

En 1936, tras estallar la guerra civil española, se refugió en la embajada de Chile, desde donde se trasladó al poco tiempo a este país. Allí desarrolló una intensa campña en favor de la España "Nacional", a cuyo Ejército se unió tras su regreso.

Joaquín Calvo Soleto desempeñó sucesivamente la secretaría general de la Cámara del Libro de Madrid, la secretaría general del Instituto Nacional del Libro y la presidencia del Centro de Instrucción Comercial.

Muchas de sus obras cosecharon los aplausos de la crítica y el público, así como la concesión de importantes premios, como el Nacional de Teatro en 1972, por "Un millón de rosas".

En 1955 ingresó en la Real Aademía para ocupar el sillón "I", vacante por el fallecimiento de Salvador González Amaya.

Desde 1963 a 1969 presidió la Sociedad General de Autores de España. También fue presidente del círculo de Bellas Artes, y del Montepío de Autores españoles y de Teatro, dependiente de la Unesco.

Como colaborador de prensa, Calvo Sotelo recibió el premio Mariano de Cavia, el III Premio Paternina de Periodismo, y en 1991 el premio de comunicación "Ortega Munilla". A finales de los sesenta se hizo popular porsu trabajo como presentador de un programa de televisión, de carácter divulgativo, sobre la lengua española.

Entre otras condecoraciones, Joaquín Calvo Sotelo estaba en posesión de la Gran Cruz de San Raimundo de Peñafort, la medalla de la Legión de Honor francesa, la insignia de comendador de la Orden de la República italiana y la Gran Cruz de Santo Tomás. Era miembro honorario de la Academia Europea de Artes y Letras de Paris.