Hoy comenzó a ser juzgada por malversación de fondos públicos -------------------------------------------------------------

MADRID
SERVIMEDIA

Pilar Miró declaró hoy, en la primera sesión del juicio que se celebra contra ella en la Audiencia Nacional por un presunto delito de malversación de fondos públicos, por adquirir vestuario a cargode RTVE durante los años que ocupó la dirección general del ente público, que las acusaciones populares del caso actúan de forma "mezquina y demencial".

La cineasta se enfrenta a una petición de 3 meses de suspensión de cargo público por parte del ministerio fiscal, mientras que la acción popular, representada por el sindicato Unión de Técnicos y Cuadros de RTVE y el abogado José Molina Samos, exigen una condena de 14 años, 8 meses y un día, al incluir en la lista otras compras y gastos injustificados

Miró, que se negó a contestar a las preguntas del abogado de la acusación, acusó al sindicato, "que no es representativo de los trabajadores de RTVE", de actuar de forma "mezquina y demencial".

"Es mucho más que una maniobra, es una ofensa y una venganza personal", manifestó sin querer especificar los motivos de esta represalia, "que ya se conocerán".

La ex directora general de RTVE explicó ante la sala que fue la jefa de la secretaría, María de los Angeles López Llorente, quien le dijo quedisponía de una partida presupuestaria para cubrir todo tipo de gastos relacionados con el desempeño de su cargo, incluidos los de vestuario.

La secretaria le comentó que hablase con los encargados de las tiendas para que le pasaran a ella las facturas, ya que "era lo habitual, porque trataba de hacer lo mismo con todos los directores generales para mayor comodidad de su gestión".

La procesada dijo haberse sentido "extrañada" de este procedimiento "sin límites y sin objetivo concreto", por lo quedecidió consultarlo con el director económico financiero del ente, Angel Turrión. Este le ratificó que tenía partida presupuestaria para ello, siempre que fuera para uso institucional y tuviera "intención de reintegrarlo".

Relató que no volvió a hablar más del tema hasta unos meses más tarde, cuando la intervertora delegada, Angustias Marugán, pidió entrevistarse con ella al hacer la auditoría de 1986, comentándola que había disfrutado de unos gastos personales "que no tenían precedentes en televisión.

Según Pilar Miró, la interventora llegó a proponer que retirara las facturas para que no figuraran en la auditoría, o bien que solicitara un aumento de sueldo para cubrir esos gastos, a lo que se negó.

Asimismo, relató que usó la ropa, valorada en 3.904.443 pesetas, sólo para acudir a los actos de representación de su cargo y especificó que aunque no reintegró el vestuario al almacén de RTVE, lo guardaba en un armario que tenía en su despacho, donde ella acudía vestida informalmente, y sólo se ambiaba si tenía que salir o recibir visitas institucionales.

La cineasta reintegró el importe total de sus compras, una vez que fue destapada la irregularidad, excepto dos facturas de compras efectuadas en Loewe y de prendas de la marca Burberry's, "porque no fueron gastos que realizara personalmente", ya que la primera correspondía a 10 jerseys "para atenciones a un comité de dirección" y el resto para el uniforme de los directivos que acudieron a los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988.

Las acusaiones particulares señalan no obstante que la malversación de Pilar Miró ascendió a 11.425.264 pesetas, ya que, además de la compra de vestuario, realizó diversos regalos bajo el concepto de "gastos protocolarios", "relaciones externas" y "atención de personalidades", que normalmente son gestionados por el departamento de Relaciones Públicas.

Entre los objetos figuran marcos de plata, lotería, utensilios de papelería de la marca Loewe, pendientes, dos canarios y sus respectivas jaulas, un perro cocker flores y gastos sin justificar de viajes a Nueva York, Berlín, Cannes y Buenos Aires, así como gratificaciones superiores a los 6 millones de pesetas a diversos directivos del ente público y sociedades adscritas.

Añaden que la directora contribuyó a modificar el contrato de RTVE con una empresa que iba a producir un serial sobre narraciones de Gabriel García Márquez por 496 millones de pesetas, con la condición de que fuera ella la directora, gestión que originó gastos adicionales al ente.

Tambin la acusan de ceder a TVE los derechos de "Werther", film dirigido por ella misma, y que posteriormente varias personas de Pilar Miró Producciones Cinematográficas fueron nombradas directivos del ente.

Ante la negativa de la procesada a contestar a las preguntas formuladas por las acusaciones, los letrados tuvieron que reproducirlas por escrito.

El juicio continuará esta tarde con el interrogatorio del abogado defensor y de los primeros testigos, que se elevan a un total de 41, entre los que figran directivos del área económica y de programación de RTVE, incluido el actual director general, Jordi García Candau, miembros del consejo de administración y presentadores de TVE y Radio Nacional.

(SERVIMEDIA)
15 Jun 1992
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