Los hoteleros piden una ley de huelga -------------------------------------

MADRID
SERVIMEDIA

España perdió en sólo cuatro años 1,2 puntos de su cuota en el mercado turístico internacional, al pasar del 9,4 por ciento en 1987 al 8,2 por cien en 1990, según se pone de manifiesto en el último número de la revista del Colegio de Economistas de Madrid.

En este número, dedicado monográficamente a "La crisis del sector turístico en España", se destaca el aumento registrado en la demanda turística internacional durante el bienio de la crisis del turism español (1989 y 1990). En ese periodo, se elevó de 390 a 415 millones de viajes turísticos.

En el caso de España, el año pasado se unió al descenso en el número de visitantes una nueva caída en el gasto medio por turista.

Ante esta situación, el secretario general de la Federación Española de Hoteles, Carlos Díaz, asegura, en una colaboración incluida en la revista, que el sector turístico debe ser tratado por el Gobierno como una cuestión de Estado, para lo cual precisa de un Plan General de Prmoción Exterior y una Ley de Huelga que impida los paros en fechas clave.

Para Díaz, la crisis obedece a causas estructurales y coyunturales. Entre las primeras destaca la descoordinación administrativa, las malas infraestructuras en transportes y comunicaciones, el deterioro del medio ambiente, la competencia desleal de los alojamientos ilegales, la ausencia de un plan de formación profesional específico, la inseguridad ciudadana, las huelgas en el tráfico áereo y la falta de promoción turística.

En este último apartado, Diaz subraya que España recibe al año casi dos billones de pesetas en divisas del turismo y sólo invierte 4.700 millones (el 3 por mil) en promoción exterior, ocho veces menos que Francia y casi lo mismo que Italia, principales competidores europeos.

Por lo que se refiere a las causas coyunturales de la crisis, sobresalen la fotaleza de la peseta, la congestión del tráfico aéreo, el fracaso de la política turística exterior, la competencia de nuevos destinos alternativos más aratos y el desequilibrio entre la oferta y la demanda.

SOLUCIONES

Las medidas a adoptar para resolver estos problemas deben basarse, según Diaz, en la consideración del turismo como "una cuestión de Estado, dedicándole una atención preferente a la que sin duda tiene derecho".

A su juicio, la crisis debe atacarse mediante la modernización de las infraestructuras, sendos planes globales de formación profesional y de promoción exterior, la promulgación de una Ley de Huelga y la erradicación del itrusismo.

Reconoce que los empresarios deben mejorar la calidad de las intalaciones hoteleras, pero entiende que las administraciones autonómicas y locales deben colaborar "con intensidad y eficacia" con el sector turístico.

(SERVIMEDIA)
24 Jul 1991
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