Los hoteleros, que se reunieron en Madrid convocados por la Federación Española de Hoteles, advirtieron que, de no obtener esa rebaja, reducirán su categoría a cuatro estrellas "con objeto de no perder competitividad".

Según informó la citada federación, los hoteles de cinco estrellas hicieron un llamamiento a los grupos parlamentaris para que introduzcan la bajada de su IVA en los Presupuestos del Estado de 1993.

A su juicio, el incremento de recaudación fiscal conseguido con el IVA del 15 por ciento en los hoteles de lujo es insignificante y, sin embargo, la pérdida de imagen turística y hotelera resultante del cambio de categoría "resultaría muy gravosa para el sector".

También expresaron su confianza en que la Secretaría General de Turismo apoye esta petición ante el Ministerio de Economía, por entender que sería contradctorio lanzar un Plan de Competitividad del sector turístico y, al mismo tiempo, penalizar fiscalmente a los establecimientos de más alta calidad y categoría.

Los hoteleros de lujo españoles aseguran que han observado una caída creciente de negocio como consecuencia de la decisión de muchas empresas nacionales y multinacionales de alojar a sus ejecutivos y organizar sus actos en hoteles de inferior categoría, como una vía de recortar gastos para hacer frente a la crisis.