Para enseñar su manejo, dos especialistas holandeses, los doctores Maarten Jacobs y Dimitri Heine, están impartiendo un curso a un grupo de médicos interesados en esta técnica. Elcurso tiene lugar en el Servicio de Endoscopia del Clínico y participan médicos de San Sebastián, Palma de Mallorca, Murcia, Cuenca y Madrid.

Según informa el propio hospital, la enteroscopia de doble balón es una técnica de endoscopia con un novedoso aparato que permite lo que hasta ahora era imposible: explorar, tomar muestras e intervenir directamente en las lesiones en cualquier localización del intestino delgado.

Esta nueva técnica se puede realizar entrando bien por la boca o bien a través del recto (llegando a la válvula íleo-cecal, el extremo del intestino delgado que desemboca en el intestino grueso) y permite biopsiar y tratar ambulatoriamente patologías inaccesibles por los otros métodos endoscópicos existentes hasta la fecha.

La enteroscopia de doble balón permite acceder al intestino delgado para su diagnóstico y tratamiento, donde hasta ahora no era posible llegar con la endoscopia convencional. Se trata de un ingenioso y nuevo sistema, diseñado por el japonés Hironori Yamamoto en 1998 e introducido en el mercado para su aplicación clínica en 2004. El Hospital Clínico de Madrid es pionero en la sanidad pública española en adquirir y aplicar dicha tecnología.

La enteroscopia de doble balón permite tratar al paciente de forma ambulatoria, necesitando una anestesia superficial. Las lesiones que se descubran pueden ser biopsiadas o intervenir sobre ellas (coagulación, extirpación de pólipos, etcétera).

Esta técnica es útil en las patologías que más inciden en el intestino delgado, como hemorragias digestivas (un 10 por ciento se originan en el intestino delgado); en la enfermedad de Crohn (un 50% afecta a los intestinos grueso y delgado, y en un 25% sólo al delgado); así como cuadros de malabsorción, diarrea crónica, celiaquía, dolor abdominal y poliposis familiar.

La técnica está contraindicada sólo en pacientes previamente intervenidos del intestino (por las adherencias que se forman, que dificultan la progresión del enteroscopio) y con problemas respiratorios ya que es un mayor riesgo para la anestesia superficial que debe acompañar a la exploración.