La investigación detectó que bajo techo hay cientos de componentes volátiles y algunos de ellos resultan ser tóxicos y hasta carninógenos. Un 20% de europeos padecen asa debida a sustancias inhaladas en espacios cerrados (hogares, oficinas o locales públicos).

El humo del tabaco, el asbesto, el radón y el benceno liberados dentro de los edificios son los principales sospechosos del aumento de los casos de cáncer entre la población, así como del incremento de las alergias y el asma.

Al dar a conocer los resultados del estudio, el comisario de Investigación, Philip Busquin, comentó que el tráfico y el "smog" son causas importantes de contaminación atmosférica, peo advirtió de que el tabaco y algunas sustancias químicas frecuentemente "nos siguen en casa, la oficina o los bares".

En el caso del benceno y otros componentes aromáticos, la exposición de puertas adentro dobla a la que se da fuera. El riesgo que supone es muy elevado, puesto que los europeos pasan el 90% bajo techo (en casa o en el trabajo).

En el caso del tabaco, la investigación llega a la conclusión de que aumentar el grado de ventilación de las casas no surte apenas efecto para eliminar la sustancias volátiles contaminantes.