Según explicó el propio Bono a su salida de la reunión, convocada expresamente para tratar el tema de la autovía, Felipe González ha defendido el trazado diseñado pr el Ministerio de Obras Públicas y le ha ofrecido lo mismo que el titular de este departamento, José Borrell, que la autovía atraviese un paraje que el Gobierno de Castilla-La Mancha ha protegido con una ley.

Bono no ha aceptado, por tanto, la mediación de Felipe González en su conflicto con Borrell y anunció que seguirá oponiéndose a este proyecto, incluso en los tribunales.

"Tengo una gran confianza en la ley y en el ordenamiento jurídico", dijo Bono a la salida de la reunión. "Existe un decreo que impide hacer autovías que atraviesen la reserva natural de las Hoces del Cabriel y mientras que ese decreto esté en vigor, no se puede conculcar la ley" y no se pueden llevar a cabo las obras, aseguró.

En la reunión de hoy, y para tratar de desbloquear la situación, Bono aportó a González tres nuevas alternativas diferentes a las ya conocidas para la construcción de la autovía, denominadas como 'solución norte', 'solución centro' y 'solución sur'.

Estas tres nuevas propuestas consisten toda en construir la autovía sobre el pantano de Contreras, a unos kilómetros de las hoces, y, según la documentación técnica aportada por el presidente castellano-manchego, una de ellas sería incluso más barata que cualquiera de las aportadas por el ministerio.

Para Bono, construir la autovía a través de las Hoces del Cabriel es "hacerla por el ojo de un aguja, por el ojo de la aguja de la reserva de las Hoces del Cabriel, que es muy pequeña, supone el 0,003 del territorio" de la Comunidad castellano-manhega.

El Consejo de Ministros aprobó el pasado viernes la contratación para la construcción del tramo de la autovía Madrid-Valencia entre Minglanilla (Cuenca) y Caudete de las Fuentes (Valencia), a través del río Cabriel. Desde que fue proyectado, este tramo ha generado las críticas del Gobierno castellano-manchego y de organizaciones ecologistas.