El psiquiatra José LuisMacho y el experto en sectas Josep Maria Jansà declararon que los 21 niños que vivían en las casas de Collbató y Castellar del Vallès con los procesados tienen una absoluta sumisión hacia las normas del grupo, calificadas por estos especialistas de "castradoras".

Asimismo, los peritos consideraron ante el tribunal de la Audiencia de Barcelona que juzga el caso desde el lunes que los menores identifican al padre con la figura del líder o jefe espiritual de la secta y que presentan dificultades para idetificar a su madre y a su padre biológicos entre los adultos de la comunidad.

En su opinión, los niños no sufren ninguna lesión psíquica, pero en el caso de que no reciban un tratamiento pedagógico y familiar correctos para abrirse en sociedad a la larga pueden presentar trastornos. La fiscal acusa a los procesados de causar lesiones psíquicas a los menores durante el tiempo en que vivieron en las comunidades cerradas de la secta.

Durante la sesión de hoy, dos mujeres de los diez supuestos miembrs de Niños de Dios desaprobaron con gritos de "mentira" las conclusiones de los peritos sobre el estado psíquico de sus hijos.

Por otro lado, cinco de los hijos de los acusados declararon ayer por la tarde ante el tribunal, a petición de la defensa, que no se encontraban aislados de la sociedad y que sus padres no les maltrataban.

En sus conclusiones, la fiscal pide 200 años de cárcel para los diez ex adeptos, a los que acusa de delitos de asociación ilícita, fundación de un centro de enseñanza iegal, estafa y lesiones psíquicas a los menores.