EL HIJO DE REVILLA EXCULPA A ELOSUA Y ARRATIBEL DE HABER COBRADO POR MEDIAR EN EL SECUESTRO DE SU PADRE
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Antonio Revilla, hijo del empresario secuestrado por la banda terrorista ETA en febrero de 1988, ratificó hoy las declaraciones de los presuntos intermediarios en el secuestro, José María Elosúa y Francisco Arratibel, y les exculpó del cobro de dinero por su intermediación, durante la sesión vespertina del juicio ue se celebra contra ellos en el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, en Bilbao.
Antonio Revilla manifestó que nunca tuvo contacto directo ni con Elosúa ni con Arratibel y que las gestiones se hicieron siempre a través de amigos de la familia, como Miguel Gil Lausaque o los hermanos Estrada.
Revilla ratificó la versión de Elosúa en cuanto a que fue iniciativa del propio hijo del empresario el enviar un millón de pesetas al colectivo de abogados Egia, al que pertenecía Elosúa, como gratifcación por sus servicios.
Asimismo, el hijo del industrial soriano destacó que fue el representante de la familia, Domingo Estrada, quien le anunció que, tras la incautación de los 750 millones de pesetas del primer pago del rescate por la policía francesa, alguien que no conocía se iba a encargar de pasar el dinero a Francia y pedía por ello un depósito de 75 millones de pesetas por si existía algún problema. Esta persona resultó ser Francisco Arratibel, aunque Revilla dijo no saberlo.
Antonio Rvilla manifestó que él aceptaba cualquier gestión que realizase Estrada con cualquier persona, por lo que accedió a adelantar esta suma. Además, reconoció que efectuó dos pagos a ETA, uno en julio del 88 de 500 millones de pesetas y otro en octubre del mismo año de 600 millones, aparte de los 750 millones incautados por la Policía gala.
Asimismo, aseguró que estos 750 millones, que consiguió mediante préstamos de bancos, fueron enviados por medio de una persona de su confianza de Madrid a Bilbao. El dnero fue metido en 12 maletas y puesto a disposición de Domingo Estrada, sin conocer aún ni la cantidad que solicitaba ETA ni el lugar donde debía de ser entregado.
Posteriormente, según su declaración, recibió una carta anónima donde se le comunicaba el día, la hora y el lugar del encuentro, misiva que puso en conocimiento de Estrada, que era quien iba a llevarlo personalmente al lugar acordado.
Por su parte, Domingo Estrada, durante su declaración, señaló que una vez que Gil Lausaque se retiró e las negociaciones, él mismo se puso en contacto con Elosúa, quien le dijo que una tercera persona, ahora fallecida, le había dicho que ETA pedía 2.000 millones de pesetas.
Ante ésto, según su exposición de los hechos, Estrada les dijo a los intermediarios que únicamente podían pagar 850 millones, a lo que la otra parte accedió, pero para entonces los 750 millones de pesetas ya habían sido enviados.
(SERVIMEDIA)
08 Mar 1994
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