En una entrevista concedida a Servimedia, Hidalgo recordó que cuando AENA tomó la decisión (el 2 de octubre de 2007) la tomó con criterios de crecimiento y denunció que "las empresas que se comprometieron a esos crecimientos no han cumplido".

"Ni lo ha hecho Vueling, ni Clickair, ni Iberia, ni Spanair", agrega Hidalgo, quien defiende que "en nuestro caso, aquello que presentamos lo hemos cumplido a rajatabla y creemos que tenemos cabida y que podemos estar perfectamente todos en la nueva Terminal".

"Hemos soportado estar discriminados en Madrid al quedar fuera de la T-4 pero no queremos que nos vuelva a pasar lo mismo en Barcelona", indica Hidalgo que destaca que Air Europa "es una compañía puramente nacional, de capital puramente español y que defiende al consumidor y ha peleado por el sector".

"No estamos con las mismas armas competitivas en Barajas cuando pagamos las mismas tasas que nuestros rivales y no queremos estar en la misma situación en Barcelona y más cuando hemos cumplido a rajatabla lo que prometimos", concluye.

Según Hidalgo, cuando entre en operación la T-Sur, durante la temporada de verano de 2009, debería albergar a las aerolíneas de red que forman parte de las tres grandes alianzas mundiales: Air Europa (Sky Team), Iberia (Oneworld) y Spanair (Star Alliance). Según lo previsto la única que quedará excluida es Sky team.

En consecuencia el resto del aeropuerto barcelonés quedaría para los vuelos charter, las operaciones especiales y las compañías de bajo coste que realizan vuelos sin escalas.

"Es bueno para el cliente que las tres alianzas estemos en la Terminal Sur porque nos intercambiamos pasajeros ya que no volamos todos a los mismos destinos" continuó Hidalgo quien aseguró que "ésta es la manera de que El Prat cuente con una gran Terminal que pueda competir con Madrid".

Asimismo, considera que aunque las compañías de las grandes alianzas compartan las nuevas instalaciones la T-Sur no se va a saturar "y que si eso ocurriera se podrían pasar operaciones a otra terminal".

El hecho es que quedarse fuera de la nueva Terminal de el Prat supone un sobrecoste muy importante para las aerolíneas ya que los aviones deben permanecer unos 15 minutos más en las pistas tanto para despegar como para aterrizar y "eso para una compañía supone mucho dinero al año", denuncia el presidente de Globalia.