En su discurso del Debate sobre el Estado de la Nación, Herrera dijo: "esta puede y debe ser la legislatura del derecho a morir con dignidad, del ejercicio a la confidencialidad del voto para personas invidentes, de la ley de igualdad ambiciosa; de la prohibición de las donaciones anónimas a los partidos; e incluso podríamos tener unos presupuestos que acaben con los privilegios de la Iglesia para adecuarnos a lo que somos: un estado aconfesional".

El portavoz parlamentario de ICV fijó, como uno de los retos que el Gobierno debe afrontar, el avance hacia un modelo de Estado más federal.

A su juicio, el Ejecutivo tiene en el Estatut su principal aliado, porque, dijo, "a pesar de todo el ruido", "hemos conseguido que el Estatut marque una tendencia claramente federal y buena prueba de ello es la semejanza del Estatuto Andaluz".

PACIFICACIÓN

Herrera también se refirió al proceso de paz y dijo que lo primero que se necesita es "la paz" y celebrará que el Gobierno abra un escenario de diálogo para conseguir que no haya más muertos ni más miedo porque "ese es el mejor homenaje a las víctimas".

Asimismo, solicitó del Ejecutivo una política integradora en materia de inmigración frente a quienes han dado entrada "en este hemiciclo al discurso de Le Pen, frente a quienes mezclan de forma obscena inmigración con delincuencia", en referencia a algunos líderes del PP.

Herrera pidió una política de "acogida humanizada" para los inmigrantes que "no militarice las fronteras", que conceda el derecho de asilo y refugio cuando proceda y que no expulse de forma improcedente.

El portavoz de ICV exigió a Zapatero que cumpla su compromiso de cierre de centrales nucleares, "un horizonte sin nucleares", pidió, y un compromiso del Gobierno por la sostenibilidad.

Recordó al presidente del Gobierno el compromiso que sobre este asunto adquirió hace un año y le exigió que ahora le toca "cerrar Garoña" y pactar con todos los agentes implicados el cierre progresivo del resto de las centrales.

Finalmente, Herrera recordó a Zapatero que su grupo ha sido "acicate" para las mejores políticas del Gobierno y le advirtió de que si piensa en alianzas con CIU corre el peligro de acabar haciendo leyes menos solidarias y más para hacer negocio.

"Con la derecha acabaríamos con una política de depencia pensada más para hacer negocio que para atender a las necesidades reales de la gente", sentenció.