EL HEMICICLO Y LAS TRIBUNAS, TOTALMENTE EN SILENCIO EN LA INTERVENCION DE IBARRETXE
- El "lehendakari" sigue impetérrito y tomando nota los discursos de Zapatero y Rajoy
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La expectación del debate sobre la propuesta de nuevo Estatuto para Euskadi que se celebra esta tarde en el Congreso de los Diputados se ha traducido en un silencio casi absoluto tanto en el hemiciclo como en las tribunas durante la intervención del "lehendakari", Juan José Ibarretxe.
El discurso del "lehendakari" fue seguido con atención, al menos aparente, tanto por los diputados como por los representantes del Parlamento vasco, el Senado y los invitados de los distintos grupos parlamentarios, igual que en la tribuna de periodistas, más concurrida que en un Debate sobre el Estado de la Nación.
Al concluir su intervención, ni un solo diputado del PP aplaudió al jefe del Gobierno vasco. Tampoco le siguieron con la mirada cuando subió la escalera situada justo junto a los escaños populares para acceder al escaño que se le había habilitado, detrás del lugar destinado a los fotógrafos.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, también acaparó la atención de los asistentes al Pleno, aunque sí recibió un ligero abucheo desde los escaños populares en un momento de su intervención.
Zapatero dirigía durante su discurso constantes miradas a Ibarretxe, que se limitaba a tomar nota para preparar una réplica que en principio no esperaba, y que se le ha permitido este mediodía durante la reunión de la Junta de Portavoces.
Al abandonar la tribuna de oradores, el presidente del Gobierno recibió los aplausos cerrados del PSOE, pero no del PP ni de las formaciones nacionalistas.
El presidente del PP, Mariano Rajoy, llegó a la tribuna con el discurso escrito y sin saltarse apenas una palabra, por lo que no necesitó tomar nota durante las intervenciones de Ibarretxe y de Zapatero.
El fervor de los populares se manifestó con un par de aplausos antes de terminar el discurso, al hablar de víctimas y de la necesidad de representar a todos los españoles, y cuando el grupo al completo se puso en pie para aplaudir el final del discurso de su lider, que obviamente no recibió la misma reacción del resto de los grupos parlamentarios.
El "lehendakari", desde su puesto en la parte superior del hemiciclo y rodeado por los fotógrafos que llegaron a formar, en palabras del presidente, Manuel Marín, una "pantalla" que apenas le dejaba "trabajar", mostró pocas emociones durante el debate.
Entre nota y nota, Ibarretxe apenas esbozó una sonrisa en el momento en que el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, comenzó su intervención con unas palabras en euskera.
(SERVIMEDIA)
01 Feb 2005
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