Elorza explicó que ordenó retirar todos los símbolos proetarras del salón de pleno, salvo una fotografía de tamaño cuartilla que reproducía la imagen del concejal de HB encarcelado y una cartulina en la que está fuerza política reivindicaba el taslado de los presos de ETA a Euskadi.

A su juicio, algo así puede merecer "un pronunciamiento y una regulación a futuro de los ayuntamientos, pero nunca semejante cascada de descalificaciones hacia mi persona, hasta el punto de poner en duda mi posicionamiento democrático".

El alcalde donostiarra se mostró convencido de que ese suceso no es base suficiente para la "discusión disparatada" que se ha organizado en torno a este altercado y tildó de "inadmisibles" la avalancha de descalificaciones qu se han lanzado contra él.

Elorza apuntó que, para reconducir la situación, es necesario unificar criterios, ya que si se pretende "encontrar una solución consensuada que resuelva la lacra del terrorimo, tenemos que poner todo el corazón y toda el alma, y no enzarzarnos en discusiones que no conducen a nada".

A su juicio, "no podemos pasar de actitudes de grandeza moral a comportamientos tan miserables y con confrontaciones tan fuertes entre los partidos políticos. Hay que tener un poco más de prdencia".