Lo radicales abertzales, alrededor de 200 personas, profirieron gritos de "ETA, matalos", "Contra la represión, coche bomba solución", "Esos de ahí en frente (pacifistas) torturan a la gente", "Atuxta, fascista, el próximo de la lista", "Nosotros con ETA, ETA con nosotros", "Gora ETA militar" y "Los asesinos llevan lazo azul", entre otros.

En la concentración convocada por HB participaron los miembros de su Mesa Nacional Rufi Etxeberría, Joseba Alvarez, José María Olarra, Itziar Aizpurua, Roberto Sampedo y Joseba Permach.

La Ertzaintza evitó que los simpatizantes de HB se acercaran a los pacifistas que pedían la libertad de Aldaya, con un gran cordón policial que separaba a ambas movilizaciones, manteniendo a los primeros en una calle frente a la plaza del Buen Pastor.

Por su parte, los cerca de un millar de personas que acompañaban a los trabajadores de Alditrans permanecieron en silencio durante los 15 minutos que duró el acto. Entre ellos se encontraban, además de dos de los hijos del empresrio secuestrado, el consejero de Interior del Gobierno vasco, Juan María Atutxa; el portavoz del PNV, Joseba Eguibar; y el diputado general de Guipúzcoa, Román Sudupe.

La concentración de los empleados de Aldaya acabó con un prolongado aplauso que intentaron acallar los simpatizantes de HB con silbidos y el canto del Eusko Gudariak (canto al soldado vasco).

Román Sudupe dijo al término del acto que "hoy en día ya no existe esa confrontación directa", como la que se vivía en el monumento a la Paloa de la Paz, en la que ambas concentraciones llegaban a juntarse.

A pesar de que la concentración de los radicales abertzales está prohibida, Sudupe manifestó que "cada cual tiene el derecho a manifestarse y eso es lo que se están dando hoy en día en San Sebastián en plena libertad".