En el debate, denominado "Urrats Berri", fueron rechazadas por amplia mayoría las enmiendas críticas o que cuestionaban el papel de ETA y la lucha armada.

En concreto, el 86 por ciento de la militancia de HB votó en contra de la propuesta que planteaba que la actuación de ETA ha condicionado negativamente la actividad del conjunto de la iquierda "abertzale".

También fueron rechazadas otras enmiendas en las que se afirmaba que la lucha armada estaba creando contradicciones en HB o que los atentados tienen repercusiones negativas y provocan impopularidad.

El 68 por ciento de los militantes prefiere hablar de ETA como referencia obligada y, por el contrario, sólo uno de cada tres militantes se refiere a ETA como vanguardia.

Fuentes de HB explicaron que el debate sobre la conveniencia o no de la lucha armada ha sido accesorio enel proceso "Urrats Berri" y que lo más importante de este proceso ha sido la creación de figuras que aproximan a HB a un partido clásico.

Sin embargo, la militancia rechazó la propuesta de definir a HB como un partido político. De este forma, Herri Batasuna se autodenomina como "movimiento político que desarrolla una acción política no normalizada".

Los militantes aprobaron además una enmienda que solicitaba la eliminación de la referencia a que HB defienda la alternativa A-4 para la autovía de Lizarán, por considerar que su partido sólo "debe propugnar el diálogo para el consenso".

Tras este proceso de debate interno, HB se considera a sí misma como la única alternativa que puede aglutinar a los defensores del derecho de autodeterminación y reclamar con fuerza la independencia.

A partir de este momento, los militantes de Herri Batasuna tendrán que renovar los cargos de la formación y el próximo día 25 se conocerá públicamente la composición de la nueva Mesa Nacional.