Esa democracia, según HB, se caracterizaría por perseguir a las opciones políticas no acordes con el proyecto uniformizador español, cerrar periódicos y radios, y practicar una caza de brujas de los "abertzales", que "por arte de auto-magia pasan a ser 'militantes y colaboradores de ETA".

Para HB, Aznar "actúa a la desesperada porque teme al nuevo escenario político que se está fraguando en Euskal Herría, donde una mayoría social, sindical y política ha empezado a aminar en favor de la soberanía y el diálogo para superar el conflicto".

"Ante todo esto", añade, "ha resuelto recuperar las esencias de aquel 23-F para dar un golpe de timón, sacando a la calle los tanques en forma de autos de la Audiencia Nacional y de su juez estrella, con los que intenta acallar y desterrar del actual mapa todo rastro de respuesta a su política de imposición y genocidio, tanto a nivel cultural como del euskara o de la economía".

HB añade, en clara alusión a los atentados de EA contra concejales populares, que "el PP está viviendo en sus carnes el rechazo de la gran mayoría de este pueblo, que ha desechado cualquier solución policial y busca alternativas de diálogo".