Medio ambiente
Hasta el 50% de los pastizales en el mundo están degradados, según la ONU
- Su ‘desaparición silenciosa’ amenaza el clima, la comida y el bienestar de miles de millones de personas
- Pone en peligro una sexta parte del suministro alimentario de la humanidad y un tercio de las reservas de carbono de la Tierra
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La degradación de hasta el 50% de los extensos y a menudo inmensos pastos naturales y otros pastizales de la Tierra debido al uso excesivo o malo, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad plantea una grave amenaza al suministro de alimentos de la humanidad y al bienestar o la supervivencia de miles de millones de personas.
Esa es la conclusión de un informe de la Convención de las Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación (CNULD), elaborado por más de 60 expertos de más de 40 países, y lanzado este martes desde Ulán Bator (Mongolia).
Los síntomas de esa ‘desaparición silenciosa’ incluyen disminución de la fertilidad y los nutrientes del suelo, erosión, salinización, alcalinización y compactación del suelo que inhiben el crecimiento de las plantas, todo lo cual contribuye a la sequía, las fluctuaciones de las precipitaciones y la pérdida de biodiversidad tanto por encima como por debajo del suelo.
El problema se debe en gran medida a la conversión de pastos en tierras de cultivo y otros cambios en el uso de la tierra por el crecimiento demográfico y la expansión urbana; el rápido aumento de la demanda de alimentos, fibras y combustibles; el pastoreo excesivo, el abandono (fin del mantenimiento por parte de los pastores) y las políticas que incentivan la sobreexplotación.
1.000 MILLONES DE ANIMALES
Los pastizales de la cubierta terrestre del planeta son utilizados por el ganado y los animales salvajes para pastar y forrajear. También incluyen sabanas, matorrales, humedales, tundra y desiertos.
En conjunto, estas tierras constituyen el 54% de la cobertura terrestre de la Tierra (80 millones de kilómetros cuadrados) y representan una sexta parte de la producción mundial de alimentos y casi un tercio de las reservas de carbono del planeta.
Cerca de 1.000 millones de animales en más de 100 países son mantenidos por pastores, sustentan a 200 millones de hogares y proporcionan alrededor de un 10% del suministro mundial de carne, así como productos lácteos, lana y cuero.
“Cuando talamos un bosque, cuando vemos caer un árbol de 100 años, con razón evoca una respuesta emocional en muchos de nosotros. La conversión de antiguos pastizales, por otra parte, ocurre en 'silencio' y genera poca reacción pública”, indica Ibrahim Thiaw, secretario ejecutivo de la CNULD.
Thiaw añade que, “lamentablemente, estos extensos paisajes y los pastores y ganaderos que dependen de ellos suelen ser subestimados”. “A pesar de contar con aproximadamente 500 millones de personas en todo el mundo, las comunidades de pastores con frecuencia son pasadas por alto, carecen de voz en la formulación de políticas que afectan directamente sus medios de vida, son marginadas y, a menudo, incluso se las considera forasteras en sus propias tierras”.
2.000 MILLONES DE PERSONAS
Alrededor de 2.000 millones de personas (pastores, ganaderos y agricultores en pequeña escala, a menudo pobres y marginados) dependen de pastizales saludables en todo el mundo.
De hecho, en muchos estados de África occidental, la producción ganadera emplea al 80% de la población. En Asia central y Mongolia, el 60% de la superficie terrestre se utiliza como pastizales, y el pastoreo de ganado sustenta a casi un tercio de la población de la región.
Irónicamente, subraya el informe, los esfuerzos por aumentar la seguridad alimentaria y la productividad mediante la conversión de pastizales para la producción de cultivos en regiones mayormente áridas han resultado en tierras degradadas y menores rendimientos agrícolas.
El informe denuncia la “gobernanza débil e ineficaz”, “políticas y regulaciones mal implementadas”, y “la falta de inversión en comunidades de pastizales y modelos de producción sostenibles” por socavar los pastizales.
La recomendación principal es proteger el pastoreo, una forma de vida móvil que se remonta a milenios atrás y que se centra en la producción basada en pastos de ovejas, cabras, vacas, caballos, camellos, yaks, llamas u otros herbívoros domesticados, junto con especies semidomesticadas, como el bisonte y el reno.
“Desde los trópicos hasta el Ártico, el pastoreo es una opción predeterminada deseable y, a menudo, la opción más sostenible que debería incorporarse a la planificación del uso de los pastizales”, según Thiaw.
MOTOR ECONÓMICO
Los pastizales son un importante motor económico en muchos países y definen culturas. Hogar de una cuarta parte de las lenguas del mundo, también albergan numerosos sitios del Patrimonio Mundial y han moldeado los sistemas de valores, las costumbres y las identidades de los pastores durante miles de años.
Por ejemplo, la producción ganadera representa un 19% del PIB de Etiopía y un 4% del de la India. Brasil, con más de 250 millones de cabezas de ganado, produce un 16% de la carne vacuna del mundo. En Europa, muchos pastizales han dado paso a la urbanización, la forestación y la producción de energía renovable.
En Estados Unidos, grandes extensiones de pastizales se han convertido en cultivos, mientras que algunos en Canadá han quedado frágiles debido a proyectos de infraestructura y minería a gran escala.
(SERVIMEDIA)
21 Mayo 2024
MGR/clc