Sobre las ocho y media de la tarde, dos agentes municipales fueron requeridos por el conserje del hotel, situado en el número 5 de la calle de la Ballesta, del distrito Centro, quien les comunicó que había encontrado el cadáer de un hombre en una de las habitaciones.

El conserje señaló que el fallecido, que ocupaba la habitación 202, debía abandonarla a las seis de la tarde, por lo que le llamó por teléfono, pero no obtuvo respuesta.

Sobre las siete y media observó a una mujer que subió a la habitación, aunque media hora más tarde llamó al conserje para comunicarle que no podía despertar al hombre, que estaba tumbado en la cama en ropa interior.

La mujer, Belén C.L., de 25 años, dijo ser prostituta e indicó a ls agentes municipales que el hombre había requerido sus servicios sobre las 5,30 de la madrugada y que, después de comprar droga, se fueron al hotel.

Según el testimonio de la joven, hacia las cuatro de la tarde abandonó la habitación, donde dejó durmiendo a Manuel Ramón I.S., y cuando regresó, a las siete y media de la tarde, lo encontró muerto. El fallecimiento se produjo al parecer por causas naturales.

Los agentes observaron que el cadáver presentaba la marca de un reloj en su muñeca izquierd, que sin embargo no estaba en la habitación, por lo que registraron a la mujer y lo encontraron entre sus ropas. El cadáver fue trasladado al Instituto Anatómico Forense.