El cuerpo fue hallado por el madre de la víctima, quien había echao en falta noticias suyas y no había tenido respuesta a sus llamadas ni tampoco a las del administrador de la finca en que residía.

La Policía Autónoma Vasca, alertada por un particular, acudió al domicilio de M.J.A, que vivía sola, y encontró su cadáver, tendido sobre la cama y con heridas producidas por arma blanca en diversas partes del cuerpo.

La madre de la mujer fallecida había avisado a un cerrajero para abrir la puerta porque no tenía llaves de la casa. M.J.A. llevaba varios días muerta, a que su cuerpo presentaba signos de descomposición.

Los agentes de la 'Ertzaintza" examinaron el lugar del asesinato y tomaron nota de algunos indicios, para emprender las investigaciones y aclarar el caso, que está en manos del Juzgado de Instrucción número 3 de San Sebastián.

Hasta la fecha, la policía desconoce el móvil del asesinato y no ha sido detenida ninguna persona por su posible implicación en los hechos.