Según informa la ONG en una nota de prensa, los proyectos están "casi paralizados o bien progresan con escasa intensidad" debido al caos generado por la violencia desatada por los grupos armados.

El representante de la organización en Haití Maurepas Jedy, asegura que "estamos al borde de una guerra civil generalizada, y eso afecta claramente a las personas beneficiarias de nuestros proyectos".

Asimismo, indicó que la situación es especialmente grave en una quincena de localidades del país, en las cuales las fuerzas policiales han abandonado las comisarías y han dejado a la población a merced de la represión que ejercen los grupos armados de uno y otro bando.

Varias de la ONG que desarrollan su labor en la zona afirman que "la situación de emerencia no se resolverá únicamente mediante el envío masivo de ayuda alimentaria, sino que debe pasar por la resolución del conflicto político".