El propio Costa reconoció hoy durante su intervención en el Congreso Nacional de Turismo, clausurado en Madrid, que Hacienda está evaluando dicho impacto.

Por su parte, las compañías aéreas vienen manteniendo contactos tanto con el Grupo Parlamentario del PP como con CiU, para evitar que se lleve a cabo la subida, ya que estas empresas creen que a medida provocará un duro quebranto en sus cuentas de resultados de 1998.

En concreto, las compañías cifran en unos 2.000 millones de pesetas el impacto que supondría para sus resultados de 1998, tanto la subida de las tasas existentes como la aplicación de la nueva tasa de aproximación a aeropuertos. Además, advierten que, al ser una medida de implantación progresiva, en tres años el quebranto iría aumentando a 4.000 millones en 1999 y 6.000 millones en el año 2000.

El sector aéreo opina que un medida como la impuesta por el Gobierno necesariamente tendría que repercutir en el precio de los billetes de avión, tanto para vuelos regulares como para los paquetes turísticos -charter-, pero en estos últimos advierten que no será posible aumentar precios en 1998 porque la mayor parte de ellos ya están vendidos con una previsión de inflación del 2%.

Este último criterio es rebatido por el Ministerio de Fomento, para cuyos responsables, la aplicación de la nueva tasa de aproximación a aeropuertos e tres años tendrá una repercusión mínima sobre el precio de los billetes.

Además, desde Fomento se insiste en que tanto la revisión de las tasas aeroportuarias existentes como la de aproximación que se propone empezar a aplicar ahora no son una novedad en Europa, ya que se vienen exigiendo a las compañías que operan en Alemania, Francia, Reino Unido, Holanda, Irlanda, Portugal, Austria, Italia, Suecia, Dinamarca y Turquía.

Sin embargo, las compañías creen que el objetivo del Gobierno con las nuevs tasas es puramente "recaudatorio". El presidente de la asociación que agrupa a las empresas privadas del sector, Felipe Navío, ha declarado a Servimedia que "el sector aéreo español es el único del transporte en España que sufraga sus propias infraestructuras, y además, el órgano público que las gestiona, AENA, tiene beneficios".