La tributación se aplica a la cantidad jugada por décimo premiado, por lo que en el caso de que a un contribuyente le tocaran cuatro premios de 20.000 euros cada uno, todos estarían libres de impuestos, ya que ninguno sumaría más de los 40.000 euros de manera individual.

Para los premios que superen los 40.000 euros se sigue manteniendo el porcentaje del 20% de tributación. De esta manera, si toca el gordo, 400.000 euros por décimo, la parte neta que correspondería al ganador sería de 328.000 euros y Hacienda recaudaría 72.000 euros debido a que está gravado el 20% del premio una vez descontados los 40.000 euros exentos, es decir, el 20% de 360.000 euros.

Desde hace algunos años Hacienda se está llevando menos dinero, después de la aprobación en los Presupuestos Generales del Estado de 2018 de la ampliación del mínimo exento de los premios de lotería hasta los 40.000 euros.

En el caso de que el premio sea compartido, los premiados tienen que informar sobre la ganancia del premio para que este no se tome como una donación sujeta al impuesto de Sucesiones y Donaciones.

“Lo mejor será informar a la entidad bancaria colaboradora de los cotitulares del premio, si este supera los 2.000 euros, los cuales deberán presentarse a gestionar el premio con su documentación de identificación en vigor”, aconsejaron desde Ibercaja. Así, Hacienda entenderá que el premio es compartido y no lo tratará como una donación.