En mayo de 1993, un mes antes de declararse la suspensión de pagos, José Albaldejo Pujadas vendió la marcas del grupo Yanko a la sociedad Forma Nova Export S.A., constituida por sus cinco hijos, con lo que evitaba que las marcas se vieran afectadas por la suspensión de pagos y acabaran en manos de los acreedores.

La Agencia Tributaria estaba dispuesta a presentar una demanda por un presunto delito de alzamiento de bienes, ya que considera que el grupo Yanko utilizó todas las formas jurídicas a su alcance para eludir sus obligaciones con el fisco.

El embargo cautelar no afectará a la producción e calzado, pero sí impide la transacción de las marcas a un tercero. Esto podría dificultar las negociaciones que mantiene el Gobierno balear con dos inversores que están interesados en participar en el accionariado del Grupo Yanko.

Según diversas fuentes, uno de los inversores interesados podría ser Inmobiliaria Alcazar. Un portavoz autorizado de esta entidad ha negado rotundamente, en declaraciones a Servimedia, su participación en la operación.