Entre enero y agosto, últimos datos diponibles sobre ejecución del presupuesto, la recaudación del Fisco por el Impuesto Especial de Carburantes ascendió a 805.700 millones de pesetas, un 15 por ciento superior a los703.600 ingresados por el mismo motivo en los ocho primeros meses del año pasado.

Sin embargo, las ventas de carburantes en ese período sólo habían crecido un 2,5 por ciento, motivado fundamentalmente por el receso en la comercialización de gasolinas, que se encontraban en esas fechas un 0,2 por ciento por debajo de las de 1993.

Las fuentes del sector consultadas por Servimedia opinan que la desviación entre lo que está ingresando Hacienda y las ventas globales de carburantes se deben, sobre todo a una elevada presión impositiva sobre los derivados del petróleo por parte del Gobierno y al tirón que están registrando los gasóleos, como consecuencia de la reactivación económica.

Efectivamente, tanto en el Ministerio de Economía como en el de Industria aseguran que el crecimiento del mercado de gasóleos en España está siendo espectacular, y que puede estar contribuyendo a una mejora sustancial de los ingresos fiscales por esa vía.

Las ventas totales de gasóleos en España hasta agosto habíancrecido un 1 por ciento, ayudado por un fuerte crecimiento en las del tipo B, un 10 por ciento, y algo más moderado en el A, para automoción, que sigue siendo del de mayor consumo, con 6,16 millones de toneladas en los ocho primeros meses del año.

No obstante, tanto las petroleras como los gasolineros opinan mayoritariamente que la fiscalidad sobre los carburantes sigue teniendo un importante peso sobre el precio final de los carburantes en España.

Los empresarios de gasolineras aseguran que sobr un precio de 111,70 pesetas por litro, registrado el pasado mes de octubre, el coste real era de 36,63 pesetas, 60,50 pesetas por impuesto especial y 14,57 pesetas por el IVA, lo que sitúa el montante de los impuestos sobre los 75,07 pesetas.