Según explicó hoy a Servimedia una fuente del departamento que dirige Elena Salgado, las competencias de las comunidades pasan por elevar este impuesto, pero nunca por modificarlo a la baja.

Por lo tanto, si se bajara este impuesto en una comunidad autónoma, habría que hacerlo en todas, para no crear desequilibrios.

La única forma de la que, según la citada fuente, podría Aguirre conseguir su objetivo sería mediante ayudas directas, es decir, el comprador del vehículo adelantaría el impuesto, y posteriormente, el ejecutivo madrileño le devolvería una cantidad correspondiente al 20% del mismo.

Por otro lado, el Impuesto de Matriculación recoge que los coches que emitan menos de 120 gramos de CO2 por kilómetro quedan exentos del pago, que se sitúa en el 4,75% para los automóviles que emitan entre 121 gramos y 160 gramos de CO2 por kilómetro; en el 9,75% para emisiones de entre 161 y 200 gramos y en el 14,75% para los vehículos que emitan más de 200 gramos de CO2 cada kilómetro, así como para los "quads" y motos acuáticas.

Como los vehículos que menos contaminan ya están, de este modo, exentos de pagar este impuesto, la medida de Aguirre sólo animaría la demanda del resto de vehículos, más contaminantes.