Esta decisión le fue comunicada hoy al decano y presidente del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), Luis del Rey, por el Defensor del Pueblo, Alvaro Gil Robles, según informaron esta tarde fuentes de este colegio profesional.

Luis del Rey había solicitado recientemente al Defensor del Pueblo quemediara ante la Hacienda Pública para lograr el aplazamiento del pago del impuesto relativo al primer trimestre de este año.

La aceptación de esta medida significa, según el COAM, que los arquitectos podrán solicitar el pago aplazado de todo o parte del impuesto, aunque Hacienda valorará caso por caso y decidirá si se concede o no el aplazamiento.

Los responsables del COAM informaron también que Gil Robles les ha comunicado hoy que el ministerio está estudiando la queja planteada por los arquitecos sobre el IRPF que tiene que pagar este colectivo.

Los arquitectos madrileños están en contra del mecanismo establecido en el decreto de 30 de diciembre de 1991 para calcular los pagos del IRPF, según el cual, los pagos trimestrales del impuesto han de calcularse tomando como referencia los rendimientos netos de 1990.

A su juicio, no es lógico que se haga así, ya que los rendimientos de los arquitectos previstos para este año son "sensiblemente inferiores" a los obtenidos en 1990, como consecuecia de la crisis que vive el sector de la construcción.

ENDEUDARSE PARA PAGAR

El Colegio de Arquitectos de Madrid aseguró que la aplicación de este mecanismo obligaría a este colectivo a endeudarse para hacer frente a los pagos, con el consiguiente aumento de los costes financieron que ello supone.

Los responsables del COAM proponen que los pagos que deben realizar los arquitectos no excedan del 24 por ciento de los rendimientos objeto de liquidación actual por beneficios reales presentes y no asados.

En su opinión, con esa propuesta, se alcanzaría una "mayor equidad en la regulación legal de los pagos fraccionados" y permitiría a los contribuyentes más desprotegidos económicamente cumplir con sus obligaciones fiscales sin tener que endeudarse innecesariamente por unas cantidades que en algunos casos Hacienda tendrá que devolverles después.