Según Guijarro, un acontecimiento de este tipo "marca a cualquier persona". Aunque la gran mayoría "consigue adaptar su vida a la nueva situación de pérdida de un ser querido", otros "se quedan instalados en el trauma de por vida".

Guijarro aseguró que en los próximos días habrá cancelaciones de vuelos por parte de personas "que ya tenían un viaje programado y han decidido anularlo tras este suceso". En este sentido, los psicólogos recomiendan enfrentarse a esta fobia y no cancelar ningún vuelo, como una forma de superar el miedo a este tipo de tragedias.

En cuanto al protocolo de actuación en estos casos, el primer paso y "más importante" es el acompañamiento a los familiares mediante una escucha activa con la finalidad de que "no se sientan solos, sino arropados".

La atención psicológica a largo plazo para las personas que sufren un acontecimiento de este tipo dependerá en gran medida, según asegura Guijarro, de la red de apoyo social que tenga cada paciente. En caso de que ésta sea escasa, "el contacto con el profesional debe ser mucho más directo y continuo".

En esta línea, Guijarro afirma que, en el caso de sufrir un accidente de estas características, la ayuda psicológica es fundamental, tanto para los propios pasajeros supervivientes como para los familiares.